miércoles, 27 de febrero de 2013

LO QUE NO NECESITA EL BRILLO DE LA LUZ NUNCA SE APAGA CON LA OSCURIDAD

La obra de Arte se pone a prueba cuando nadie la ve.
Cuando un árbol cae en el bosque suena mejor si nadie lo escucha porque de haber alguien allí derribaría otro árbol para volver a escuchar ese sonido.
En las grandes galerías hay pequeños cuadros cuyos rasgos no han sido tan preservados. Los colores a medida que se van nos están diciendo que hubo otros. Los artistas que no aparecen en todos los libros nos devuelven la esperanza.
Esos anónimos que insisten con su fe en otro tiempo vaticinan nuestra llegada, nuestra partida y nuestra participación en la historia que avanza sin su obra.
Hay gloria aún en los cuadros de los grandes maestros pero, afortunadamente, a la perfección de toda técnica la imperfección de los hombres la deforma.

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