El Arte no contempla soluciones ni respuestas, porque es en sí perfectamente impredecible y admirablemente inútil.
Pienso en las Vanguardias, no como irrupción o contraposición con Artes anteriores, sino como un complejo sistema de reubicación, mecanismos, que llevan a que determinadas combinaciones de habilidad e impacto (conjuntos de estilos e ideas) sean dotados de un nombre. Éste, se nos presenta tal cual es, cuando inevitablemente se convierte en otra cosa.
Luego de un desastre natural, el paisaje puede cambiar por otro. Los árboles majestuosos son arrancados y junto con sus grandes raíces, transplantados.
Ya no hay lugares seguros.
Ante nosotros aparece todo aquello que aprenderemos a ver por primera vez.
A lo largo de la historia, el Arte se ha enamorado de los medios, intentando definir esa relación mediante un adjetivo que siempre lo sucede.
Si existiese el término "Arte Nublado" nos veríamos obligados a pensar que ese fenómeno climático tiene una incidencia tan grande sobre el mundo, que resulta inevitable que el Arte se interese por él.
Los artistas intentan aliarse con los nuevos medios y éstos inevitablemente escapan hacia otra dirección: el Arte siempre va a equivocarse y la Tecnología va a darle la razón.
No hay tecnologías sensibles, porque en ellas no está implícita de manera alguna la creación.
Es el artista quien debe prescindir de los medios para poder utilizarlos más allá de su concepción.
Tal es el afán del Arte por fundirse con su enamorado, que es capaz de envolverlo en todo tipo de variables hasta que de éste no quede rastro alguno.
Pero el Arte es un virus que opera sobre sí mismo, dada su imposibilidad de crear daños sobre el sistema por el cual se ha visto fascinado.
Por eso pienso que el Arte podrá cambiar el mundo, sólo cuando esté verdaderamente dispuesto a destruirse con él o simplemente cuando decida emanciparse de su segundo nombre.
Una vez terminado el deslumbramiento suscitado por el primer encuentro entre el Arte y la Tecnología, percibo que aún sin darnos cuenta, hemos amanecido en el Arte Post-Electrónico.
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